martes, 7 de junio de 2011

Entre cartones y cartoons

En esta entrada aun no publicaré nada sobre los proyectos, que andan avanzando a un ritmo un poco más lento que el previsto, sin embargo, la meta de tenerlos listos en julio aún se ve bastante realista. Mi investigación reciente me permitió percatarme de un detalle que estaba pasando por alto la primera vez que analicé la viabilidad del proyecto y ahora estoy viendo la forma de solventarlo, usando la menor cantidad de memoria posible.


Esta semana cayó en mis manos un Sega Dreamcast con un detalle de lectura de discos. Normalmente, los problemas de lectura de discos en la mayoría de las consolas se deben a la suciedad que se acumula en la parte interna del pick up de la unidad láser, a la suciedad externa en el lente de enfoque o al desgaste del diodo láser. Sin embargo este Dreamcast sufría de un problema no tan común. El pick up del láser se desplaza desde el centro del disco hasta la orilla, para leer los datos contenidos en él, mientras el disco gira a una velocidad determinada por la velocidad de la unidad lectora en conjunto. Pues bien, resulta que el Dreamcast que cayó en mis manos tenía un defecto en la transmisión del motor que mueve al pick up, ya que hacía un ruido agudo al tratar de desplazarse, además de que después de moverse por cerca de dos minutos, el pick up ya no podía moverse más. Mi primera idea fue que quizás el motor estaba desgastado y debía ser reemplazado, sin embargo, mis pruebas mostraron que el motor se encontraba en perfecto estado. Procedí a desmontar la transmisión, limpiar los engranes, lubricarlos y volver a montar todo en su sitio. Lo anterior hizo que los ruidos tuvieran una menor intensidad, además el pick up se movía con mayor libertad... pero aún así se podían percibir anomalías en el funcionamiento de la unidad lectora. Procedí a buscar entre mis cosas viejas una refacción de la transmisión de la unidad láser, la cual encontré después de mover un montón de cosas. Procedí a colocar la refacción (que si no mal recuerdo procedía de un Dreamcast edición SEGA Sports) y la unidad lectora funcionó como nueva.


En el proceso de buscar la refacción que salvó la vida del Dreamcast encontré la caja de un procesador AMD Sempron. Dicha caja no contiene un procesador... sino mi colección de tarjetas de Magic ~ The Gathering, Yu-Gi-Oh! y Sakura Card Captor TCG. Recuerdo que hace unos cuatro o cinco años esas tarjetitas eran una parte importante de mi rutina diaria, debido a que jugaba con ellas con algunos de mis amigos, además de que solía comprar aquellas que tenían dibujos padres o las que podían fortalecer mi mazo y darme ventaja al jugar. En aquél entonces las cosas en mi vida eran muy distintas, ya que trabajaba medio día (lo que me permitía tener cierta solvencia económica), gastaba muy poco tiempo y dinero en el transporte público, ya que vivía cerca del centro de la ciudad, y en la escuela prácticamente no hacía otra cosa mas que ver anime, platicar con mis amigos, jugar videojuegos y juegos de tarjetas (o sea, un NEET).


Por pura curiosidad abrí la caja, para ver a grosso modo qué contenía, ya que la verdad olvidé qué tarjetas tenía. Una inspección rápida reveló dos cosas que me perturbaron: la primera es que las tarjetas están en estado de conservación perfecto, ninguna tiene ni un doblez, mancha o muestra de abuso. La segunda es que la mayoría de las tarjetas son del tipo rara. Recordé entonces que en algún momento me deshice de las tarjetas comunes que tenía, lo que no recuerdo es si las regalé, vendí o simplemente las tiré a la basura. Al ver esas tarjetas, me sentí bastante raro. La verdad, me cuesta ver cómo es que estos pedazos de cartón me llegaron a apasionar a un punto tal, que invertí bastante dinero y tiempo en ellas. Aunque debo admitir que jugar con mis amigos fue divertido.


Entre las cartas de Yu-Gi-Oh! (que fueron a las que les dediqué más tiempo y dinero) que aparecieron en la caja sobresalen un par de Buster Blader, un Dark Paladin, un par de Dark Magician Girl, una Cyber Harpie Lady, entre otras no tan relevantes como Red Eyes Black Dragon, XYZ Dragon Cannon, Berserk Dragon, Dark Elf, etc, etc. Por pura curiosidad busqué en MercadoLibre el precio de algunas de ellas, para ver en cuánto se están cotizando... y cual fue mi sorpresa al ver que el precio de muchas tarjetas es el doble o el triple del que pagué por ellas en su momento. Aunque eso fue lo que menos me sorprendió, pues al fin y al cabo yo podría publicar un Sega Dreamcast recién reparado a 800 pesos, y difícilmente alguien mordería el anzuelo. Lo realmente sorprendente es que varias de las tarjetas llevaban dos o tres ventas.


Al parecer, Yu-Gi-Oh! sigue estando vigente y algunas personas están tratando de ampliar sus colecciones con tarjetas viejas. Mientras tanto, las mías esperarán la hora del duelo, dentro de una caja de microprocesador...

¡Feliz 2021! El retorno del debraye pandémico (Edición "Rompemuros").

Hola, ¿Cómo han estado? Espero que estén con bien, con buena salud y con muchas ganas de aburrirse una vez más con una ronda de debrayes. Es...